Nos centraremos aquí exclusivamente en la llamada magia blanca, dejando fuera otras como la negra, la roja, la verde o la gris, que aquí no nos interesan. Se suele clasificar el ilusionismo según diferentes conceptos en función de la distancia a los espectadores, número de ellos y localización de la presentación en:
Magia de cerca o micromagia: efectos hechos a corta distancia, a menos de una docena de espectadores (algunos magos utilizan pantallas gigantes para representarlos ante un teatro entero). Se emplean casi siempre naipes, monedas, y otros objetos cotidianos y de pequeño tamaño.
Magia de salón: juegos de magia visibles para un grupo que pueden ir desde unas quince a cien personas. Entre otros elementos, se utilizan sogas, pañuelos, aros, y diversos accesorios de tamaño medio. Es la que suelen utilizar los magos fiestas y eventos.
Magia de escena: se lleva a cabo sobre un escenario, mayormente en un teatro. En ella se desarrollan las grandes ilusiones, y las manipulaciones.
Magia callejera: se realiza en la calle. Tiene muchos siglos de historia, y su máximo exponente moderno es Jeff Sheridan, que actuaba en la década de 1970 en el Central Park de Nueva York. La magia de calle no es, por sí misma, una disciplina dentro del ilusionismo.
En función de los objetos utilizados, destacamos la Numismagia -magia con monedas- Cartomagia -magia con naipes-, Magia con animales -aparición, desaparición o transformación de palomas, conejos y otros animales-, Grandes ilusiones -magia en la que personas son cortadas, desaparecen, encerradas en sitios estrechos, vuelan, etc-. En función de los tipos de efectos, destacamos la Magia cómica, Mentalismo, Manipulación de escenario, Escapismo y Pickpocket.
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