
El pequeño malabarista cuando la realidad le doblaba la espalda y amenazaba con hundirle en las profundidades abría la pequeña puerta oculta en la parte más secreta de su mente y se introducía en su pequeño mundo de circo y poesía, y allí recuperaba su fuerza, su ilusión y sobre todo... su sonrisa. La combinación del mundo imaginario con el real es una necesidad vital. Cuando los astros se alinean y la luna llena muestra su bella faz, en algunas ocasiones se producen en nuestro interior extraños fenómenos que hacen que los mundos se mezclen, y uno no sepa lo que es realidad y lo que es sueño....
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